¿Qué pasará cuando llegue el 5G?

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La llegada del 5G está más cerca de lo que imaginamos y no se trata de una simple evolución, si no que representará una gran revolución social. Esto es lo que se ha dicho en el Mobile World Congress, que tuvo lugar a finales del pasado mes de junio.

No se trata de un simple avance para permitirnos hacer lo mismo más rápido, como sucedió con el 4G, sino que va a aportar grandes cambios que necesitaremos en un futuro no muy lejano.

El 5G se encuentra en pleno desarrollo y no verá la luz hasta el año 2020, cuando lo veremos en pleno funcionamiento y lo iremos integrando, poco a poco, en nuestras vidas.

Beneficios del 5G

Es obvio que la velocidad de subida y bajada de datos será mayor con el 5G, pero además de eso los cambios más importantes de esta nueva era serán la latencia y las bandas de frecuencia.

Nace para solventar la necesidad de crear una red que soporte muchos más dispositivos, dado que cuando las redes móviles operan en una serie de bandas de frecuencia y cuando hay muchos dispositivos conectados en una frecuencia de una misma zona se producen interferencias. El 5G podrá operar en una variedad de espectros mayor que el 4G y conseguirá que todos los dispositivos se puedan conectar en una misma zona, sin sufrir las interferencias.

En cuanto a la latencia, es decir, el tiempo de respuesta antes de que un dispositivo pueda establecer conexión, independientemente del ancho de banda, es imprescindible contar con una latencia baja, para que los dispositivos puedan reaccionar rápidamente.

Esto cobra una importancia mayor si hablamos del tráfico, ya que si se trata de un coche autónomo los semáforos o las señales de tráfico dependen de Internet. Esto quiere decir que la latencia baja puede reaccionar antes y llegar a salvar vidas.

La tecnología 5G quiere conseguir un mundo más conectado, recuperando la filosofía del Internet de las Cosas, en el que todo tiene conexión a Internet; electrodomésticos, coches, wearables…