¿Por qué instalar un disco SSD en tu equipo?

0
2008

El disco duro es la parte interna del ordenador que menos ha evolucionado en los últimos años. Aún arrastramos unos dispositivos mecánicos, lentos y poco fiables que nos dan más de un disgusto. Con la llegada de los discos SSD (Solid StateDrive) esto se ha acabado.

DIFERENCIA

Mientras los HDD (Hard Disk Drive) o discos magnéticos almacenan los datos en discos, los SSD (Solid State Disk) utilizan tecnología Flash, algo similar a cómo funcionan las unidades flash, los que llamamos pendrives. Estos no necesitan ningún movimiento mecánico para funcionar, de forma que se evita el rozamiento y por lo tanto ni pueden dañarse ni emiten ningún tipo de ruido. Esa falta de rozamiento y de desplazamiento implica también una mayor velocidad.

Otro punto importante es que la velocidad de acceso a los datos, es decir el tiempo que se tarda en encontrar un dato, es mejor en los SSD: entre 0,05 y 0,23 milisegundos, frente a los entre 7 y 16 ms. de los discos duros mecánicos. Por supuesto cuando menor sea el tiempo de acceso mejor será para nuestros intereses, y desde luego la diferencia es significativamente amplia.

1.- Velocidad de lectura

Supera de largo a la de los discos duros mecánicos, especialmente durante el inicio del sistema y en ejecutar programas que requieren gran capacidad de proceso.

2.- Mucho más silencioso

No usan partes mecánicas, al contrario que los HDD en que un disco gira a una cierta velocidad y una aguja se va moviendo para ir leyendo los datos.

3.- Consumo de energía inferior

Notorio sobretodo en portátiles, repercutiendo en una mayor durabilidad de la batería.

4.- Mayor tolerancia a golpes y vibraciones

El hecho de no tener partes mecánicas en constante movimiento también ayuda una mayor tolerancia a golpes y vibraciones.

En resumen, El maravilloso mundo de los SSD ha revitalizado nuestros viejos ordenadores, y a los nuevos les ha dado una velocidad que hasta ahora desconocíamos. Los discos duros, aunque siguen estando vigentes, son tecnología antigua, pasada de moda, que ya no aporta mejoras respecto de los nuevos dispositivos de almacenamiento.