La economía circular como oportunidad para las empresas

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Hace unos meses se aprobó el paquete sobre economía circular de la Unión Europea, infinidad de empresas se enfrentan a reglamentos en los cuales se les exige reutilizar los productos que fabrican durante el mayor tiempo posible, con tal de explotar al máximo la materia prima y acabar con la gran acumulación de residuos.

La Unión Europea es la única que realmente está buscando formas de fomentar que las empresas apoyen y pongan en práctica un modelo de negocio de economía circular. Junto a China, la UE es una única que ha desarrollado políticas y una legislación en torno a la economía circular. Muchas empresas ponen en práctica este nuevo modelo de negocio, no solo por las legislaciones, sino también por las grandes ventajas y ahorros que aporta para su negocio.

Sin embargo, todavía existen muchas empresas que se enfrentan a serios desafíos cuando se trata de ejecutar una estrategia de economía circular. Por norma general, estas empresas se encuentran con alguna de estas barreras: no disponen de acceso a productos usados, no pueden renovar o reciclar productos usados de forma rentable, los productos que venden no están diseñados con un propósito circular y sus clientes dan menos valor a aquellos productos restaurados o remanufacturados.

Enfocar una estrategia de economía circular

Con el paso de los años, se ha llegado a la conclusión de que las empresas que han tenido éxito en la construcción de una economía circular hicieron las siguientes tres cosas: implementaros arquitecturas modulares de productos; alquilaron, en lugar de vender, varios de sus productos; y finalmente, expandieron sus operaciones de restauración.

Por un lado, el diseño de productos modulares hace que las empresas tengan la capacidad de reemplazar algunos componentes y restaurar otros, en lugar de restaurar o deshacerse de los productos por completo. Este factor, ayuda directamente a reducir el coste de la restauración, ya que este tipo de productos son más fáciles de separar y más baratos de restaurar.

El arrendamiento, por su parte, da solución al problema de acceso creando un flujo confiable de productos para la restauración. Esto permite a las empresas mantener el valor residual de los productos sin contrato, de esta forma, los productos pueden ser significativamente más baratos para los clientes de estas empresas.

Finalmente, que una empresa disponga de una infraestructura de restauración le da más control sobre las limitaciones técnicas asociadas con el reacondicionamiento o restauración de sus productos. Si este procedimiento está al control de la misma empresa que fabrica los productos, podrá diseñarlos teniendo en cuenta el desmontaje y, de esta forma, lograr reducir el coste de restauración.